CREACIÓN, METAFÍSICA CRISTIANA Y NUEVA ERA |
3. El pensamiento católico 3.7. Creación y evolución. 3.7.1. Así pues la creación es -vista desde nosotros- el estado de existencia gratuita, regalada, innecesaria, -pero no por ello absurda- de todos aquellos que, existiendo pudiendo no haber existido, dependemos en nuestro ser de Aquel que no puede sino existir. Como vemos, esto nada que ver tiene con una particular teoría científica. Hay algunos, por ejemplo, que piensan que el concepto de creación se opondría al de la evolución y, en nombre de una fe que comprenden mal y peor defienden, se oponen a ésta, que no es más que una teoría científica, no metafísica. El concepto de evolución en todo caso se opondría al llamado "fixismo" o inmutabilidad de las especies. Los partidarios de esta teoría tendrían que explicar científicamente cómo ha aparecido la variedad de las especies pero, de ninguna manera, pretender que la fe apoye sus posturas. En realidad, el concepto metafísico de creación es perfectamente compatible tanto con la teoría científica de la evolución como con la fixista -si es que hay algún científico que la sustente aún-. 3.7.2. Esta evolución, empero, no es, como dice la New Age, el desplegarse del Ser, la autoconstrucción inteligente del Todo, la emanación del Uno, sino un proceso dirigido, orquestado, por Otro, y que no termina, de por si, en la eclosión o manifestación de lo divino que ya tendría en si la materia, sino que, dejada a sí misma, terminará en la entropía infinita, en el acabarse mortífero del cosmos y de todo lo que en él existe. "Si alguno dijere que las cosas finitas, ora corpóreas, ora espirituales, o por lo menos las espirituales, han emanado de la sustancia divina, o que la divina esencia por manifestación o evolución de si, se hace todas las cosas, o, finalmente que Dios es el ente universal o indefinido, que determinándose a sí mismo, constituye la universalidad de las cosas, distinguida en géneros, especies e individuos, sea anatema" |